profecía autocumplida (1)

El Efecto de Pigmalión

 

¿Por qué somos lo que somos? ¿Cómo llegar a ser alguien en la vida? Una persona es el resultado de sus valoraciones mentales (Proverbios 23:7).  La autoestima tiene mucho que ver con el bienestar y el éxito (Vea el ejercicio: ¿Cómo son los niños que se sienten bien consigo mismos?). Son varios los factores que intervienen en nuestra formación mental, personal y profesional, pero definitivamente la gente que nos rodea tiene una influencia extraordinaria sobre nosotros. Se ha demostrado científicamente que las expectativas de otros suelen influirnos poderosamente, definiendo nuestra conducta, nuestra valoración propia y nuestro potencial de éxito. 

Uno suele pensar: «Yo soy lo que creo que otros creen que soy». «Puedo hacer lo que creo que que otros creen que puedo hacer». «Debo poder hacer lo que creo que otros creen que debo poder hacer. Si no puedo, soy un fracaso.» A este fenómeno se le conoce como el «efecto de Pigmalión» o la «profecía de la autorrealización». Las dinámicas detrás de este efecto determinan en gran medida la forma en que percibimos nuestro entorno y a nosotros mismos. Vea el video sobre la anorexia en YouTube para evaluar qué tanto puede influir la percepción en nuestro comportamiento. Para tener un ejemplo de Pigmalión positivo vea este video

Somos con frecuencia lo que creemos que otros esperan que seamos. Si uno piensa que otros esperan que uno tenga éxito, será exitoso. Pero si creemos que esperan que fracasemos, con frecuencia terminaremos siendo fracasados. Este fenómeno es todavía mucho más poderoso en los años formativos de los niños y los jóvenes. De hecho, los Pigmaliones más importantes son los padres. 

La idea del «Efecto de Pigmaleón» surgió de un mito griego clásico en el cual Pigmalión hizo una estatua de una mujer y le quedó tan perfecta que terminó enamorándose de ella. Por la fuerza de su amor logró que los dioses le dieran vida y el marfil se convirtió en carne. Sin embargo, el «Efecto de Pigmalión» de que hablan sociólogos y psicólogos no es cuestión de magia. No es una «vibra» misteriosa del amor o del pensamiento positivo. Al contrario es un proceso sencillo.

Los padres que son Pigmaliones positivos para sus hijos simplemente hacen lo siguiente:

  1. Tienen confianza en sí mismos y en su capacidad para formar positivamente a sus hijos.
  2. Estimulan y motivan a sus hijos para que sean exitosos.
  3. Comunican a sus hijos expectativas elevadas pero realistas en una forma cálida y positiva. Si las expectativas o mentas son inalcanzables, lo más seguro es que se den por vencidos y se menosprecien a sí mismos
  4. Estimulan a sus hijos para que tomen decisiones por si mismos y tengan iniciativa propia. Haciendo clic en la liga podrá descargar la forma «Metodo Sodas.pdf» Empezar a entrenar a los niños desde una temprana edad a considerar opciones y evaluarlas en el proceso de tomar decisiones resultará muy productivo durante todo el proceso de su formación.
  5. Les dan a sus hijos la oportunidad de realizar por sí mismos sus propios trabajos y les ofrecen herramientas y asesoría para desarrollar las destrezas que necesitan.
  6. Estimulan la motivación que resulta de la gran satisfacción de alcanzar logros personales y reconocer los esfuerzos y habilidades propias.
  7. Proveen una retroalimentación útil y positiva. No critican, ni son indiferentes, ni adulan falsamente a sus hijos. Estimular una autoestima sana en los hijos es una labor de debe comenzar desde muy temprana edad y que debe continuar incluso durante la adolescencia. (Vea las metas en cada etapa de desarrollo en «Empecemos trazando metas.pdf.»

En YouTube hay un documental antiguo producido por McGraw Hill sobre este tema. Puede verlo haciendo clic aquí. Fue diseñado para gerentes industriales, pero tiene importantísimas lecciones que los padres podemos aplicar. Se lo recomendamos. Ponga atención al contenido y no se distraiga por los primeros segundos en que el video presenta imperfecciones. 

 

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