economía (2)

RELIGION, ¡A LA CALLE!

Por: Gloria H., Psicóloga, Conferencista y Escritora Colombiana.

(Articulo publicado el Martes 23 de Junio de 2015 en el periódico El País de Cali, Colombia)

 

Lo que hizo el papa Francisco con la polémica Encíclica ‘Laudato Si’ fue sacar la religión de las Iglesias para ubicarla en la calle, en las aceras, en la casa de cada quién. La religión, es clarísimo, no está para practicarla en recintos ‘especiales’, cerrados, alejada de lo cotidiano. La religión -¿la espiritualidad?-, hay que vivirla en forma coherente en cualquier instante, en cualquier circunstancia y en cualquier espacio. La espiritualidad es una forma de vida, una filosofía, donde debemos ser conscientes de que “todo tiene que ver con todo”. La protesta de Jeb Bush, candidato a la Presidencia de USA, ante los planteamientos papales, refuerza la idea de que el Papa “dio en el clavo”, tocó donde debía hacerlo. Si a Bush y a su grupo de pensamiento les molestó lo que dijo Francisco significa que por allí es. “No quiero al Papa hablando de Economía” , dijo el tercer Bush con aspiraciones presidenciables, como si el Papa ‘sólo’ pudiera hablar de religión en términos de rezos, oraciones o pecados. La idea de que la religión “nada tiene que ver” con el cambio climático, es parte de la mirada esquizofrénica que tiene el pensamiento conservador. Como si la vida estuviera formada de cajoncitos, desconectados y aislados, donde cada uno es independiente de los demás. Claro, “curas a sus asuntos” que del mundo nos encargamos los políticos y los economistas, pareciera ser la idea de los conservadores. ¡Y de qué manera se han encargado!

Hay entonces que ‘inyectarle’ espiritualidad a lo que hacemos. Comprar ropa, prender el aire, botar la basura, cercar mi vivienda, no son actitudes aisladas sino que tienen que ver con religión, con espiritualidad. Porque la responsabilidad social es un problema espiritual. Otra vez, la religión no se practica en el templo. El compromiso social no es asunto de los altruistas. Somos parte de un todo y cada elemento contribuye al bienestar o malestar común. Así como el cuerpo humano es el recipiente, el empaque de multitud de células, órganos y funciones que deben marchar al unísono para evitar el deterioro, así sucede con la vida, con el mundo, con el planeta. José Félix Patiño, quién prologó los libros de la historia de la Medicina, patrocinados por Tencoquímicas en ese momento lo concretó al hablar de salud: “Todo tiene que ver con todo”. Desde cualquier ángulo o enfoque que se plantee, científico, cultural o religioso volvemos al mismo asunto, estamos conectados, Si el Siglo XX fue el despertar de la Física Cuántica, el XXI será el de la Biología. El de la vida, el de la conexión y la relación, donde -otra vez- todo tiene que ver con todo. Para la vieja mirada conservadora y fragmentaria, los riñones no tienen que ver con la piel o los dientes nada que ver con el corazón. Total equivocación. O si no que lo digan los médicos ‘de avanzada’, o los bioenergéticos. Debemos aprender cómo mis actos generan respuestas en los demás, cómo se vivencia el impacto de la conexión. Cómo lo que yo pienso o hago ‘resuena’ en otros. De allí nuestra inmensa responsabilidad no sólo (en forma egoísta) por cuidarme a mi mismo, sino cómo ayudo a cuidar a otros, a la naturaleza, al medio ambiente.

El Papa sacó la religión de las iglesias. Y si no se hizo ‘voluntariamente’ entonces que sea la moral u “ofender a Dios” lo que ayude a tomar conciencia. En especial los políticos y economistas deben asumir que sus propuestas deben ser integrales y no una colcha de retazos donde lo que importa sea el dinero, el desarrollo económico, el progreso material. Conciencia colectiva, desde la religión, para ser mejores personas y que las terribles situaciones de inequidad, empiecen a desaparecer. Exclusión, inequidad, prepotencia, dinero, Bancos, consumo, conceptos del diario vivir en cualquier parte que nos llevan directo a la infelicidad. El Papa integró la religión a lo cotidiano. ¡Excelente!

CORTESIA INFORMATIVA

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PODEMOS

“El espíritu humano es como el vapor: comprimido exageradamente, estalla; 
respetado en su fuerza, da movimiento a todo.”

Hace unos días, un congresista republicano le comentaba ha algunos de sus copartidarios que “Los donantes están muy enojados”; quizás, estaba haciendo alusión a que el primer proyecto de ley aprobado en el nuevo congreso de mayorías republicanas había sido vetado por el Presidente de EE.UU.

Se trata de un polémico negocio particular llamado “Oleoducto Keystone” detrás del cual estarían los popularmente conocidos “Big Brothers”, David H. y Charles G. Koch, copropietarios de “Koch Industries” un poderoso conglomerado de industrias estadounidenses, en especial, de un vasto imperio petrolero.

Según analistas, han tenido el don de la invisibilidad aunque han tramado la forma de influir en la política estadounidense. Niegan estar detrás del “Tea Party”, pero los politólogos dicen que son sus mayores donantes, y lo hacen, a través de una laberíntica red de grupúsculos y fundaciones.

Dicen también, que invierten millonadas de dólares en causas ultra conservadoras, e invierten muchísimo dinero en una especie de lucha contra Barack Obama, y según el “Political Economic Research Institute de Massachussets”, su emporio industrial, es la décima compañía más contaminante de EE.UU., por eso es que financian estruendosamente el escepticismo contra el cambio climático. El proyecto Oleoducto Keystone ha sido multitudinariamente cuestionado, entre otras razones, porque atenta contra la seguridad y el medio ambiente, y además, el petróleo extraído de las arenas bituminosas de Canadá aumentaría las emisiones de carbono.

En sus datos biográficos, los Big Brothers, aparecen en la política en épocas de Ronald Reagan, y sus propuestas de entonces nos aclaran lo que acontece hoy: Proponían la supresión del FBI y de la CIA, la eliminación de la seguridad social y del salario mínimo, la desregulación total y una drástica reducción de impuestos; es decir, que, la voluntad Koch anti-social, discriminatoria e inhumana, y con un velado odio racial contra el Presidente Obama, parece notarse en el congreso. Y si miráramos las similares políticas fiscales de George W. Bush, que como ha sucedido siempre que se aplican, condenan a EE.UU. al fracaso financiero, como lo padeció el  pueblo estadounidense en ese horrendo 2008 cuando la economía  se desplomo generando un pánico económico mundial muy similar al de la gran depresión de los años 30; y se causaron quiebras financieras en la banca, en la industria automotriz, en el sistema de vivienda, y ni que decir con el precio del petróleo por encima de los 120 dólares el barril, y aterrorizados con los indicadores más altos de desempleo, en mas del 10%.  Es inaceptable que se siga legislando solo para el beneficio de los minoritarios dueños del capital y sus negocios privados, y más preocupante aún, al saber de la única preocupación del legislador republicano sea el enojo de sus donantes.

Repasando la historia, según los profesores Steve Fraser de la Universidad de Nueva York, y Joshua Freeman del Queen Collage de la City University of New Cork, el Tea Party toma su nombre de un episodio anarquista sucedido el 16 de Diciembre de 1773, conocido como el “Boston Tea Party”, protagonizado por una organización secreta denominada “Los Hijos de la Libertad”, o también llamados con el apelativo de los “Know Nothing”, ya que cuando alguien les preguntaba algo, estos respondían que no sabían nada.

Los “Know Nothing” iniciaron una de las características más constantes del populismo en EE.UU.: EL PENSAMIENTO CONSPIRATIVO; y que casualidad, también se oponían abiertamente a la inmigración de irlandeses y alemanes católicos, y también de los chinos.

En resumen, lo que está sucediendo con los congresistas republicanos, cooptados por el “TEA PARTY”, nos obliga a una seria reflexión. Lo que se esta definiendo es el nuevo rumbo de EE.UU., en donde los ciudadanos estadounidenses de origen hispano tienen la oportunidad de ayudar a defender y preservar los altísimos valores democráticos de humanismo, respeto, justicia e igualdad social de esta gran nación, evitando un ignominioso retroceso hacia el imperio de la discriminación, la desigualdad, la arbitrariedad, y al dominio del poder absoluto de unas minorías con odios raciales y resentimientos.

El recientemente presentado proyecto de presupuesto para el año fiscal 2016 ante el Congreso  define un cambio para el proceso de recuperación y fortalecimiento de la economía estadounidense como lo viene logrando el Presidente Barack Obama: En el campo de la inversión social, invertirá en salud publica, en ciencia y tecnología, en programas especiales para ayudar a la mujer trabajadora, pondrá más dinero en los bolsillos de la clase media, aumentarán los salarios y se crearan puestos de trabajo mejor remunerados; se financiaran los dos primeros años del “Community College” para que los jóvenes obtengan una educación superior gratuita, y pretende modernizar la infraestructura vial del país; y conjuntamente, también fue presentada una reforma tributaria para que los más ricos paguen más impuestos.

Thomas Piketty en su libro “El Capital en el Siglo XXI, argumenta que la desigualdad económica en los países capitalistas avanzados, se ha incrementado severamente, y que esa desigualdad creciente es consecuencia de ciertas fuerzas profundas del capitalismo; pero advierte que eso no es una fatalidad, ya que es posible poner en marcha políticas estatales a favor de la igualdad, como un impuesto global progresivo al capital, como acertadamente lo quiere hacer el gobierno demócrata de Barack Obama.

Coinciden también con esta formula, los epidemiológos británicos Kate Pickett y Richard Wilkinson, quienes en su best seller “The Spirit Level”,  sobre la igualdad,  hacen un interesante análisis sobre la infelicidad colectiva y, también muestran que una mayor igualdad económica es socialmente buena, incluso para los ricos.

Estos autores  demuestran con juicio y rigor científico, que las sociedades más igualitarias, como Japón o los países nórdicos, tienen mejores resultados sociales en casi todos los campos: tienen mejor salud física y mental, mayor esperanza de vida, más confianza interpersonal, más movilidad social, y menos homicidios y personas presas, etc...

Como lo hemos repetido en distintos auditorios, nuestro futuro, verdaderamente depende de nuestra capacidad para educarnos e informarnos. Debemos tener muy claramente definida nuestra ruta, nuestro plan de acción, ya que es el futuro de nuestros hijos y el de nuestros nietos estadounidenses, el que está en juego. Ellos harán parte del  nuevo liderazgo de los Estados Unidos para una nueva América, y es nuestro deber y nuestra responsabilidad, ser los artífices y los constructores de esa inatajable verdad: Tenemos derecho a vivir con dignidad y en igualdad de oportunidades como los demás.

Por todo lo anterior, contando con la cooperación de entidades como Webb Chapel Church of Christ, Escuela Comunitaria de Derechos Humanos de Texas, CFBISD, y Líderes empresariales con responsabilidad social, estamos desarrollando el Programa Organizacional De Educación En Movilidad Social “PODEMOS”, el cual está enfocado en seis pilares formativos: Educación Cívico Social – Escuela de Padres – Empoderamiento Financiero – Utilización de la Tecnología Para el Aprendizaje y Mejoramiento del Ingles – Conocimientos Básicos en Informática – Apoyo Grupal  para el Espíritu Emprendedor Hispano.

“Nuestro gran desafió no es arreglar el pasado.
Nuestro verdadero desafió es arreglar el presente y construir un mejor futuro
Para nuestros hijos y para todos los que vendrán después”

Con mi abrazo fraterno,  

ARNOBY BETANCOURT
ESCUELA COMUNITARIA DE DERECHOS HUMANOS DE TEXAS
ecddhhtexas@gmail.com
noby627@yahoo.com

http://planetaenvivo.com/hubs/ecdh/bitacora/

Dallas, Texas, Marzo 2 de 2015

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