FAMILIAS FUNCIONALES Y FAMILIAS DISFUNCIONALES

FAMILIAS DISFUNCIONALES FAMILIAS FUNCIONALES
No somos felices, pero vivimos juntos porque nos sentimos inseguros o culpables si pensamos en la separación. Vivimos con temor ante lo que el otro u otros puedan pensar o cómo puedan reaccionar. No nos sentiríamos mal si estuviéramos separados. Podemos vivir solos confortablemente. Pero estar unidos nos trae mayor satisfacción y mejores resultados. Estamos juntos porque queremos hacerlo.
Nos sentimos más seguros y confortables cuando estamos en compañía de otras personas que cuando estamos solos ante la posibilidad de ser íntimamente transparentes  con el otro. Nos sentimos seguros y confortables siendo transparentes ante el otro porque estamos aprendiendo a ser honestos y abiertos el uno para con el otro.
Nos da miedo pensar que si realmente le decimos al otro lo que hemos hecho, o lo que sentimos, pensamos, o somos, el otro nos rechazaría, nos abandonaría, se burlaría de nosotros. Cuando compartimos con el otro lo que hemos hecho y lo que somos, generalmente nos sentimos aceptados y nuestro nivel de intimidad aumenta.
Es más fácil esconder, distraer o medicar nuestros sentimientos con diversos comportamientos compulsivos o adictivos que expresarlos abiertamente. Estamos aprendiendo a expresar adecuadamente nuestros sentimientos y no sentimos la necesidad de ocultarlos o medicarnos.
Sentimos que estamos enredados el uno con el otro y que dependemos el uno del otro para vivir y ser felices. Pensamos y sentimos que esto es el amor. Sentimos que nuestra interdependencia es saludable, basada en la voluntad mutua de compartir nuestras habilidades y fortalezas para el bien común. Disfrutamos nuestro amor de esa manera.
No nos sentimos cómodos diciéndole al otro lo que necesitamos y queremos como personas o como parejas. Estamos aprendiendo a hablar de nuestras necesidades personales y de pareja.
Nuestra intimidad se limita a la sexualidad. El amor sexual le añade realización a nuestra relación, pero experimentamos muchas otras formas de intimidad.
Evitamos trabajar en nuestros problemas o nos sentimos personalmente culpables por los problemas de pareja. Estamos aprendiendo a aceptar y enfrentar nuestra responsabilidad personal, pero no nos sentimos individualmente responsables por todos los problemas que tenemos en pareja. Aceptamos que es normal que las parejas tengan problemas que no se solucionan inmediatamente.
Pensamos que tenemos que estar acuerdo en todo. Estamos aprendiendo que no es necesario estar de acuerdo en todo para ser felices.
Pensamos que tenemos que tener los mismos gustos y los mismos intereses. Tendemos a querer hacer al otro conforma a nosotros. Estamos aprendiendo que podemos tener gustos e intereses distintos y aún así disfrutar la compañía del otro.
Pensamos que para ser una buena familia tenemos que contar con la aprobación social. Estamos aprendiendo que para ser una buena familia tenemos que ser derechos con nosotros mismos, con nuestra familia y con nuestros valores.
Se nos ha olvidado jugar juntos. Estamos descubriendo el esparcimiento y la alegría del juego.
Nos resulta más fácil enojarnos por cosas, con frecuencia insignificantes, que expresar nuestros sentimientos sobre las cosas que realmente son importantes para nosotros y nuestra familia. Estamos aprendiendo a expresar nuestros sentimientos honestamente tanto respecto de las cosas más importantes como de las más triviales.
Nos resulta más fácil culpar al otro que aceptar nuestra responsabilidad propia. Estamos aprendiendo a enfocarnos en nuestra responsabilidad individual y no en el otro.
Nuestra manera de enfrentar los problemas es perder totalmente el control o quedarnos completamente en silencio. Esto ocurre con frecuencia. Estamos aprendiendo a enfrentar nuestros conflictos adecuadamente y a «pelear» con equidad y dominio propio.
Sentimos que no somos padres o cónyuges adecuados. Reconocemos nuestras limitaciones como padres y cónyuges. Estamos aprendiendo a lidiar con el perfeccionismo.
Sentimos vergüenza de nosotros mismos o del otro. Nos enfocamos en corregir nuestros errores y defectos y ser mejores cada día.
Repetimos patrones de conducta disfuncional de nuestras familias de origen. Estamos aprendiendo a identificar los patrones de conducta disfuncionales de nuestras familias de origen y a romper con ellos efectivamente en nuestras familias.
Sentimos que vivimos en un ciclo de conflictos de control, bien sea porque nos sentimos controlados o dominados, o porque sentimos la necesidad de controlar al otro. Estamos aprendiendo a renunciar al control, a ser asertivos y a resolver convenientemente los conflictos de control o poder.
Hay abuso físico, verbal, emocional o sexual en la familia. Identificamos, reconocemos y buscamos ayuda para quebrar los patrones de abuso.
E-mail me when people leave their comments –

You need to be a member of Planeta En Vivo to add comments!

Join Planeta En Vivo

Recursos

Porlafamilia. Un portal con varios cursos para mejorar la familia y enfrentar la infidelidad.

La Codependencia: Una breve descripcion de la condicion codependiente.

12 Pasos que nos acercan más a Dios - Kindle o papel - El libro explora las raíces cristianas de los doce pasos que se usan en diversos grupos de recuperación y muestra cómo usarlos para enriquecer la fe.

12 pasos y 12 tradiciones - El libro de recuperación usado en AA

Teoría de Bowen: Definiciones (Inglés)